15 noviembre 2011

¿Realidad o engaño?

El cerebro, estructuralmente es una máquina pavorosamente compleja. Permanece como una de las cosas que mas desconoce el hombre.

En cuanto a sus funciones, la conciencia representa solo una pequeña parcela de nuestra psiquis. En cualquier caso, parece indudable que nos afectan muchos estimu.os qe no percibimos conscientemente y que, por lo tanto, no podemos evaluarde manera racional. Algunos de esos estímulos llegan a ser importantes.

El número de neuronas que contiene nuestro cerebro solo en la corteza puede de ser de diez mil millones aproximadamente. Y el numero de conexiones entre ellas supera toda la imaginación.

Esta dividido en hemosferio izquierdo y derecho, constituidos por dos mitades unidas por una compleja red de fibras nerviosas que forman un grueso "enlace" llamado cuerpo calloso. Uno de ellos es verbal, analítico y dominante. El otro es artístico pero mudo, casi misterioso en su totalidad. La conexión con el sistema determina que el hemisferio izquiero controla la parte derecha del cuerpo, y el hemisferio derecho controla el lado izquierdo.

El sistema límbico, también llamado cerebro medio, o cerebro emocional, es la porción del cerebro situada inmediatamente debajo de la corteza cerebral, y que comprende centros importantes como el tálamo, hipotálamo, el hipocampo, la amígdala cerebral.




Los investigadores J. F. Fulton y D. F. Jacobson, de la Universidad de Yale, aportaron además pruebas de que la capacidad de aprendizaje y la memoria requieren de una amígdala intacta: pusieron a unos chimpancés delante de dos cuencos de comida. En uno de ellos había un apetitoso bocado, el otro estaba vacío. Luego taparon los cuencos. Al cabo de unos segundos se permitió a los animales tomar uno de los recipientes cerrados. Los animales sanos tomaron sin dudarlo el cuenco que contenía el apetitoso bocado, mientras que los chimpancés con la amígdala lesionada eligieron al azar; el bocado apetitoso no había despertado en ellos ninguna excitación de la amígdala y por eso tampoco lo recordaban.


Hoy hemos descubierto que cuando una persona decide irse a la cama con alguien, viajar o cambiar de trabajo, su cerebro lo ha decidido diez segundos antes de la decisión que él cree haber tomado. No es extraño que planeen muchas dudas sobre la naturaleza y el momento del pensamiento racional.

Todo eso para recordar que el cerebro, además de no querernos atormentar, se equivoca, a menudo, haciéndonos creer lo opuesto de lo que luego resulta ser. Si el cerebro nos engaña sobre el tamaño de algo tan lejano como la Luna, imaginemos las barrabasadas que debe hacer para que estemos tranquilos sobre cómo somos por dentro. Todo el mundo cree que se conoce tan bien a sí mismo que puede comportarse con relativa facilidad como si, efectivamente, se conociera a sí mismo. Nada más lejos de la realidad.

Para entenderlo mejor, Eduard Punset lo explica perfectamente en estos vídeos:


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